octubre 10, 2006

Como funciona un creyente

Leyendo por ahí me encontré con este artículo y la verdad se merece que lo reproduzca en mi blog.

Harriet Hall es una doctora retirada residente en Washington que un día vio un anuncio local sobre un grupo de discusión acerca de pseudociencias. La señora Hall se apresuró a apuntarse a dichas charlas para ver si era capaz de aportar un poco de sentido común. Como resultado de su experiencia, escribió Teaching Pigs to Sing en el número de Mayo/Junio de este año de Skeptical Inquirer. El título del artículo viene de lo que le dijeron sus amigos antes de entrar en esos grupos: nunca intentes enseñar a cantar a un cerdo. Pierdes el tiempo y el cerdo se cabrea.

¿Es real el Ratoncito Pérez? Una fábula.

Harriet le dijo a su hermano pequeño Dan que no existía el Ratoncito Pérez: eran sus padres los que ponían el dinero debajo de la almohada.

Dan no creyó a Harriet. El sabía que existía el Ratoncito Pérez. Cada vez que ponía un diente debajo de su almohada, a la mañana siguiente aparecía dinero. Y todos sus amigos también decían que el Ratoncito Pérez les traía dinero. Y no podían ser papá y mamá porque se habría despertado cuando hubiesen entrado en su habitación y levantado la almohada. Además, papá y mamá decían que era el Ratoncito Pérez el que dejaba el dinero por las noches, y ellos nunca le mentirían.

Harriet consiguió que varios niños del vecindario le ayudaran a comprobar si el Ratoncito Pérez aparecía cuando sus padres no sabían que se les había caído un diente. Al parecer, cada vez que los padres tenían conocimiento de la situación, aparecía dinero debajo de la almohada a la mañana siguiente, pero si no lo sabían, el diente seguía ahí al amanecer. Dan dijo que el Ratoncito Pérez simplemente rechazaba participar en esos casos, y que no traería dinero si sabía que se le estaba poniendo a prueba.

Harriet sacó del armario su Kit del Detective Junior y buscó huellas en el dinero que el Ratoncito Pérez dejaba a Dan, encontrando las huellas de sus padres. Dan dijo que eso no probaba nada, porque había muchas maneras en las que el Ratoncito Pérez podía hacerse con dinero que previamente hubiesen tocado sus padres. O podía poner ahí las huellas de forma mágica para confundir a la gente. Y, por supuesto, el Ratoncito Pérez nunca dejaría sus propias huellas porque es un ser mágico.

La siguiente vez que a Dan se le cayó un diente, Harriet espolvoreó harina en el suelo, y a la mañana siguiente le enseñó a Dan las huellas de sus padres. Él dijo que eso no probaba nada: ­ probablemente sus padres simplemente se habían acercado a ver cómo estaba, y el Ratoncito Pérez había llegado más tarde. No había huellas del Ratoncito Pérez porque se puede meter por huecos entre las paredes y no tenía que pasar justamente por encima de la harina.

La siguiente vez, Harriet colocó una cámara de vídeo en la habitación de Dan y pilló a sus padres en el acto (en el acto de coger el diente de debajo de la almohada y poner dinero en su lugar, claro está.) Dan dijo que eso tampoco probaba nada. Quizá el Ratoncito Pérez no aparecía si había una cámara grabando. Quizá tiene la capacidad de cambiar de forma y parecerse a sus padres en la grabación. Quizá le pidió a papá y a mamá el favor de hacer el cambio sólo esta vez.

Harriet cogió a Dan y le llevó a la habitación de sus padres, abrió un armario y le enseñó una caja que contenía todos los dientes que se les habían ido cayendo, perfectamente etiquetados y fechados. Ella dijo que eso era prueba suficiente de que sus padres estaban cogiendo los dientes y dejando el dinero. Dan dijo que eso no era correcto; el Ratoncito Pérez probablemente les daba a sus padres los dientes como recuerdo, o quizá se los vendía para conseguir más dinero que poner debajo de la almohada la próxima vez. ¡Eh, eso explicaría las huellas en los billetes!

Harriet y Dan hablaron con sus padres, que admitieron que eran ellos los que cogían los dientes y dejaban el dinero. Dan dijo que probablemente estaban mintiendo. ¿Por qué creerse lo que dice la gente? Él simplemente iba a ignorarlo todo excepto lo que sabía: que el mecanismo de dejar un diente debajo de la almohada funcionaba. Que el Ratoncito Pérez era real.

Harriet gritó de frustración y se arrancó el pelo a tirones. Lo dejó bajo su almohada. A la mañana siguiente, aún seguía allí.



Tomado de Las penas del agente smith

octubre 05, 2006

dios es gay


diosesgay
Originally uploaded by adan_esau.
La imagen lo dice todo.

Un amigo me envió esta foto tomada saliendo de la iglesia donde se llevo a cabo una boda.
No pudo haber estado en mejor lugar esa pinta.

octubre 02, 2006

Piensa en ser libre

Mi último power ranger rojo está rumbo a mi nuevo departamento junto con mi bajo eléctrico, mi computadora, Xbox 360, mi world of warcraft, mis pocos calcetines que me quedan, mi mini biblioteca de textos ateos y de "cosas del diablo" y uno que otro mueble que tengo. La verdad fué fácil empacarlos, unas cuantas cajas y listo, pero la idea de "libertad" que tenía en mente fue lo más dificil de desempacar de mi cúmulo de pensamientos, ideas y hasta dogmas de la vida.

A mis 26 años creo que ya no soy un mocosete sin que hacer, ni tampoco un vagabundo, ni mucho menos un mantenido. Buena edad; creo yo, para comenzar a hacer planes y para subir la vela de la vida y tratar de comenzar tu rumbo hacia el hombre/mujer que quieres llegar a ser antes que estires la pata.

Mis padres no lo ven así, lo ven como una muestra de rebeldía, no son capaces de comprender que uno no solo se quiere dedicar a ser párasito familiar, que uno tiene aspiraciones a poder poner sus propias reglas sobre sus objetos, sus muebles, su comida, etc. Es doloroso cuando tomas una desición apoydado en tus propias conclusiones y beneficios y todo mundo te dice que no es correcto o que estas equivocado. ¿Acaso esas personas son tú, acaso saben que te gustaría ser, o ellos tu mismo?, claro que no, con que derecho alguien puede impedirte o imponerte hacer cosas.

Nadie es dueño de nada, sólo de sí mismo. Es tonto por eso tenerle celos a la pareja, tener envidia de los demás o ser presidente. Ninguna vida es nuestra fuera de nosotros, no existe ninguna autoridad para dar a pertenencia vidas ajenas, ademas de injusto es estúpido. La libertad va mas allá de lo que te permitan hacer. Desgraciadamente no entendemos la libertad por que nunca la hemos conocido, nuestra percepción de la libertas son solo unas reglas corruptas y rotas para regalar nuestra vida a personas, instituciones , leyes morales y religiosas.

Todo esto creo yo se debe a que la gente nunca usa el elemento que crea la libertad: el pensamiento.

Una de las cosas que siempre he creido es que lo que uno piensa o cree no es lo mismo para la demás gente. La mayoría de la gente no piensa; de lo contrario no habría hambre, guerra ni religión. Algunas personas somos inquetas mentalmente hablando y despues de un letargo mental llegamos a necesitar más respuestas y a buscar mas sóluciones hacía las situaciones que se nos presentan, no nos llenan las respuestas existentes o los dogmas establecidos. Pero como dije antes, la mayoría de la gente prefiere aceptarlos por que les da "hueva" pensar, para que pensar si ya existe una respuesta.

"¿De dónde venimos?" - De dios, del mono, de los extraterrestes, del big-bang. Ejem, y ¿Si no es cierto?, ¿Quién estuvo al principio del universo para saber como fuimos hechos?, ¿Alguno recuerda que era antes de nacer? ¿Eramos nada?, ¿Alguno tienen una verdadera percepción de la nada?. Me imagino que la respuesta a esto es un NO. Entonces la respuesta podría quedar así "¿De dónde venimos?" - Sepa la bola, yo no estuve cuando crearon todo este mugrero. Pero, aceptamos algunas las respuestas dudosas para nosotros mismos como ciertas. Nos negamos la libertad a pensar.

Lo único que es aceptable es lo que lleguemos a pensar que es correcto por medio de nuestras ideas. Yo creo que fuimos creados por el azar y por el big-bang pero para un religioso eso no es posible. La verdad ninguno de los dos estamos en lo correcto. Pero si yo llegué a pensar que así fuimos no creo que el religioso me llegue a imponer sus ideas impuestas por otros y otros y otros atras de él, ya que ni el mismo ha pensado en ello, simplemente lo acepta y ya.

No creo que un personaje que vocifera palabras de un libro de hace 2000 años tenga el derecho "divino" de decirte como vivir tu vida, de decirte si tomar cheve, fumar, drogarte, tener sexo, ver televisión, vestirte de cierta forma sea correcto o no. ¿Quién le dio ese poder a ese albañil con traje para mandarte?, tu mismo tonto. Por no pensar, por aceptar esas respuestas y tomarlas como verdad de la vida te estas negando a vivir como tu sientas que es mejor para ti. Así como ese personaje hay muchos más, maestros, gobernantes, tios, abuelos, padres, familiares, novia/o, jefe, etc.

¿Quién dice como se mide el tiempo?, es solo una línea en el agua, los años, meses, días horas no existen en el universo, ni para otras civiliziaciones en la misma tierra tal vez, sólo para los que aceptamos la idea del "tiempo" creemos que así se mide la duración de las cosas. Es una respuesta aceptada pero que no es la verdad absoluta.

Nadie puede decirnos que estamos equivocados en lo que creemos si en verdad pensamos para llegar a eso, si en verdad no fuimos borreguitos mentales de las ideas. Cada uno tiene su propio universo y las reglas del universo solo son válidas para si mismo, no pueden usarse para otros por que no funcionan.

Complejo de entender que nadie tiene el derecho de pensar sobre nosotros, de que nadie puede tomar nuestras desiciones, que nadie es nuestro dueño.

La libertad tal vez seamos nosotros, pero como nos negamos a ser libres nos estamos negando a ser.

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